El testimonio de vecinos de Rio cuarto operados de la vista
en el centro oftalmológico "Dr. Ernesto Guevara"
Fueron intervenidos por problemas de cataratas y pterigium a través de la
fundación “Un Mundo Mejor es Posible”; prácticamente habían perdido la
visión y no tenían obra social para acceder a las cirugías
“Al tercer día te
destapan los ojos y ahí ves todo de nuevo. Yo lloré de alegría, porque era
como volver a ver. Se me había acortado mucho la vista y pensé que
quedaría ciega. Gracias a Dios ya estoy curada”, aseguró Teresa, de 57
años, que por cataratas prácticamente había perdido la vista.
A través del programa Operación Milagro, que desarrolla la fundación Un
Mundo Mejor es Posible y gestiona el Municipio con un convenio, Teresa y
otras seis personas fueron operadas por afecciones oftalmológicas. El
trabajo de la fundación facilita el tratamiento por cataratas y pterigium, y
es para quienes no cuentan con el servicio de una obra social.
“Yo estaba yendo al Hospital, y de ahí me habían mandado a una clínica de
Córdoba. Tenía turno para ir a que me revisaran, pero en el medio me
enteré del programa que hacían desde la Municipalidad”, cuenta Teresa
sobre su acercamiento al programa.
Ella tenía cataratas muy avanzadas y sólo veía sombras. “Eso me afectaba
mucho, tanto que ahora me afecta tanta luz, estaba acostumbrada a ver todo
oscuro, todo nublado. Ahora hasta puedo leer, antes no diferenciaba las
letras”, confesó.
Luego continuó: “Estoy feliz, siento que tengo un ojo nuevo. Tengo que
usar lentes de sol para ir acostumbrándome a la claridad”. Explicó que aún
espera ser operada del otro ojo, “pero por lo menos puedo andar sola,
antes no podía estar si no era acompañada”.
Para poder hacerse la operación, los pacientes deben pasar por una serie
de controles. De hecho, Teresa ya había viajado en una oportunidad
anterior a Córdoba para la cirugía, pero como tenía una infección en el
ojo, debió regresar y seguir con una serie de tratamientos.
“Fue algo milagroso. La operación duró apenas un ratito, y me trataron muy
bien todo el tiempo. Los médicos eran muy buenos”, dice contenta.
Ella no tiene obra social y no cuenta con trabajo. Indica que había
consultado en muchas clínicas, donde le pedían altas sumas de dinero sólo
para realizarse los estudios. “Es una operación muy cara, me pedían mucho
dinero para un solo ojo”, indica.
Leonardo Molina es el médico que coordina los viajes con los pacientes a
Córdoba. “Se trabaja como coordinador y como acompañante terapéutico, por
los nervios propios de todo el viaje, desde que se sale a Río Cuarto hasta
el posoperatorio”, aseguró.
Molina explicó que todo el proceso lleva tres días. En el primero, los
pacientes pasan por unos estudios preoperatorios, donde controlan si
pueden ser intervenidos. Al día siguiente se los opera y en el tercer día
se hacen nuevos controles antes de volver a Río Cuarto.
- Algo que destacan del programa es la calidad de los profesionales que
realizan los tratamientos y las operaciones.
- El equipo humano y técnico es de lujo -consideró Molina-. Hay
profesionales cubanos a cargo y otros argentinos capacitados en Cuba, pero
todos con mucho prestigio. Eso elimina todos los prejuicios de que al ser
un servicio al que pueden acceder sin costos se trate de una prestación de
mala calidad.
Más difusión en los barrios
Teresa consideró que “hay mucha gente en los barrios que tiene estas
enfermedades y que no sabe que está el programa para operarse”. Explicó
que una vez operada debe seguir con los tratamientos y controles con
médicos en Río Cuarto.
Silvana tiene 33 años y fue operada por pterigium, enfermedad que le había
tomado todo el ojo derecho. “Me enteré del programa y fui a operarme.
Nunca me había hecho nada, lo tenía desde los 14 años, ahora tengo 33. Me
afectaba la vista, pero también me molestaba si estaba un rato largo
leyendo o cuando había mucha tierra, por ejemplo”, explicó la mujer, que
también sufre de esta enfermedad en el otro ojo. “Por ahora sólo me operé
del derecho, pero también me tengo que operar el izquierdo”, indicó.
En el centro donde fueron operados los pacientes que participaron del
programa ya recibieron atención más de 1.500 personas. De los
riocuartenses, fueron en similares proporciones por cataratas y pterigium.
“Yo tampoco tengo obra social, y pagarlo me era imposible. Es una
operación cara y no podría pagarla”, confesó Silvana.
- ¿Cómo vivió esta experiencia?
- Fue una experiencia muy linda, me atendieron muy bien. Nunca me habían
operado y estaba muy nerviosa, no sabía qué podía pasar.
Pero anduvo todo bien, no me arrepiento de haberlo hecho.
Ella también relata con mucha emoción el momento en el que le sacaron las
vendas, después de la operación. “Fue muy agradable, cuando me sacaron las
vendas fue todo muy lindo, veía muy distinto el ojo”, cuenta.
El caso de Silvana era un poco diferente del de Teresa, porque podía ver,
pero la vista se le cansaba mucho y le causaba mucho dolor. Cuenta que a
cada rato se tenía que poner a descansar por la molestia que le provocaba.
“No podía ni leer una revista, pero después de que me operaron leo una
atrás de otra”, señaló.
Silvana concluye su testimonio: “Fue una operación muy compleja, porque
tenía doble pterigium en ese ojo. Cuando terminaba de hacer los quehaceres
tenía que lavarme y acostarme a descansar porque estaba totalmente
inflamado. Ahora puedo hacer muchas cosas, y me duele mucho menos. Ahora
por suerte puedo ver bien”.
“Las soluciones para esta demanda llegaban muy tarde”
“Hasta ahora se han operado 7 personas, desde que se firmó el convenio
hace dos meses. Por supuesto que los pacientes tienen que cumplir con los
requisitos prequirúrgicos y sus patologías ser cataratas o pterigium”,
explicó sobre el programa de la subsecretaría de Salud, Gabriel Abrile.
Consideró que la demanda para los problemas de la vista sufría muchas
demoras, por lo que era necesario tomar medidas. “Como estábamos
trabajando desde el Municipio con la fundación Un Mundo Mejor es Posible
en el programa ‘Alfabetizando’, nos contactamos con ellos para llevarlo
adelante”, indicó Abrile.
Para el funcionario, de los testimonios de los operados se desprende un
gran sentimiento de conformidad, “porque significó para ellos un cambio
grande en su calidad de vida”.
Si la persona tiene obra social, el tratamiento debe ser gestionado por
esa vía, pero muchos vecinos no cuentan con los recursos económicos para
hacerlo y pasan años hasta recibir el tratamiento adecuado.
“Luego de la operación, se les hace un seguimiento posquirúrgico en
nuestra ciudad, en el Nuevo Hospital, sumado a una medicación que deben
recibir”, indicó el subsecretario. Ante la consulta de si se van a
desarrollar campañas de difusión por los barrios, comentó:
“Actualmente recibimos pacientes derivados de oftalmólogos, pero queremos
contratar uno para que recorra los centros periféricos y detecte los
casos”.
Fuente El Puntal diario de Río Cuarto
domingo
3 de julio de 2011 |